La violencia contra la infancia se presenta en las sociedades que normalizan la violación de los derechos humanos. La Ley para la protección de los Derechos de las niñas y los niños precisamente reconoce y garantiza el ejercicio pleno, respeto, protección y promoción de todos los derechos humanos, teniendo como respaldo a la Constitución Mexicana.
Reconoce en tratados internacionales y leyes nacionales los derechos a la vida, la identidad, educación, salud, derecho a vivir una vida sin violencia, explotación o abuso de cualquier tipo, entre otros derechos. Gracias a esta ley se creó el Sistema Nacional de Protección Integral de niñas, niños y adolescentes (SIPINNA).
¿A quiénes beneficia?
Niñas y niños menores de 12 años de edad y adolescentes de 12-18 años de edad.
También protege la libertad de a las niñas, niños y adolescentes de disfrutar y practicar su lengua, cultura, usos, costumbres, prácticas culturales, religión, así como todos los elementos que formen parte de su identidad cultural. Las instituciones encargadas de monitorear y garantizar esta ley son varias, entre ellas están la Secretaría del Trabajo y Prevención Social (STPS), Secretaría de Salud, Secretaría de Bienestar, Secretaría de Educación Pública (SEP), Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), entre otras.
México al ser un país con mucho tránsito de personas, el trayecto de niñas, niños y adolescentes migrantes que buscan quedarse en México o buscan llegar a los Estados Unidos, corren grandes riesgos por ser un grupo vulnerable. Esta vulnerabilidad aumenta aun más cuando viajan sin compañía de algún adulto.
Es importante mencionar que para que estos derechos se garanticen no solo depende de las instituciones y leyes si no de todas las personas dentro de una comunidad. El ver a las niñas, niños y adolescentes como personas con derechos y respetárselos. En México, el castigo corporal (pellizco, nalgada, manotazo) las agresiones psicológicas y otras formas humillantes de trato se ven prácticamente normales dentro de la sociedad. Esta forma de “disciplina” se aprende de los adultos, y con tiempo las niñas, niños y adolescentes continúan con estas prácticas, que solo conllevan al inicio de un ciclo constante y muy peligroso.
Fuentes:
https://www.unicef.org/mexico/protecci%C3%B3n-la-ni%C3%B1ez-y-adolescencia
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGDNNA_110121.pdf